En Dubái se ha construido con encofrados Doka el edificio más alto del mundo. Doka suministró el sistema de encofrado para todo el núcleo del edificio. La forma de la torre, inspirada en una flor árabe del desierto, requirió una gran capacidad de adaptación de los encofrados y el reducido plazo para la construcción exigió un plan de actuación perfectamente elaborado.