Entre Bratislava y Žilina se construyó un tramo de ferrocarril de alta velocidad de dos vías. Skanska SK, a.s. ahorró cinco semanas de montaje, ya que el carro de encofrado Doka se planificó de manera que se pudiera abatir y dividir, por lo que el equipo de la obra pudo acelerar el proceso de desplazamiento.